UNOS CONSEJOS PARA ESTAR EN SINTONIA


Uno de los principales frenos con los que se encuentra la mujer es ella misma, como concluye el estudio Mujeres InSync realizado por Activia en colaboración con Nuria Chinchilla, directora del Centro Internacional Trabajo y Familia de IESE. En él se señala que las barreras autoimpuestas dificultan a muchas mujeres estar InSync, es decir, en sintonía con ellas mismas. Esto, a su vez, les impide poner en valor su talento. Sin embargo, siguiendo estos consejos podrán alcanzar la sintonía entre sus distintos yos.

Cree en ti

Los demás no creerán en nosotros si nosotros mismos no lo hacemos. Tu recorrido y tu experiencia te avalan, las cosas no pasan por casualidad. Tus opiniones tienen tanto peso como las de los demás, atrévete a defenderlas con vehemencia y firmeza, esto te permitirá destacar y hacer que tus superiores te vean como a alguien segura de sí misma capaz de argumentar y de posicionarse. Tampoco dejes que te arrinconen, enfréntate de cara a esas situaciones que te hacen sentir incómoda y si tienes algún problema con un compañero, resuélvelo. Una situación hostil puede tornarse positiva para ti si en la manera en la que la resuelves demuestras tus destrezas negociadoras y de gestión.

Aprende a delegar

En el trabajo, a menudo nos echamos sobre las espaldas cargas que no nos corresponden y más cuando creemos que tenemos que demostrar algo por el hecho de ser mujeres. Sin embargo, hay que pararse a pensar si las tareas que estás desempeñando realmente te corresponden. Si la respuesta es “no”, debes delegarlas. Si tienes un equipo a tu cargo, éste esperará que confíes en él y eso te permitirá a ti hacerte cargo de otros aspectos que quizá estés descuidando por intentar acaparar demasiado. Tómate tu tiempo para pensar quién es el más indicado para hacer qué y para explicarles detenidamente qué esperas de ellos, así podrás con tranquilidad de alguna de estas cargas.

Haz deporte

El deporte ayuda a liberarse de las tensiones acumuladas a lo largo de la jornada laboral o a enfrentarse a ella con otro ánimo. El ejercicio físico conlleva la liberación de hormonas como las endorfinas y la consecuente sensación de bienestar que estas producen. Hay ejercicios como el yoga o el pilates que basan sus rutinas en la consecución del equilibrio interior, aunque cada uno de ellos con sus particularidades. Mientras que el primero ayuda a relajarse y es más espiritual, el segundo conlleva una mayor implicación de la fuerza muscular y resulta revitalizante. Ambas son excelentes opciones para mejorar el tono muscular y la flexibilidad.

Practica meditación

La meditación es una buena manera de conectar con uno mismo y evadirse del caos exterior. Para practicarla en casa basta con encontrar un lugar tranquilo libre de distracciones y basta con que le dediques 20 minutos antes de ir al trabajo o al volver de él. Puedes sentarte en el suelo en la posición de loto o en una silla, siempre con la espalda recta. Cierra los ojos y concéntrate en tu respiración. Deja que los pensamientos que acudan a tu mente fluyan, no te detengas en ellos. Intenta tener pensamientos positivos, pensar en cosas que te alegren. Antes de volver a abrir los ojos, intenta dejar tu mente en blanco y vuelve a la realidad poco a poco.

Come bien

Pocas cosas son tan ciertas como que somos lo que comemos, por algo dicen que el intestino es un segundo cerebro. Para mantener una dieta sana y equilibrada es necesario beber bastante agua y seguir unas sencillas recomendaciones alimenticias. En primer lugar, se recomienda tomar alimentos como yogures u otros probióticos, alimentos ricos en fibra, fruta y verduras varias veces al día, pescados y carnes blancas.

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